La invitación al pecado, sea por persuasión o por la oferta de algún placer o cosa deseada. Puede tener su origen en el mundo, la carne o el demonio.
La tentación del mundo es el atractivo del mal ejemplo o la presión a comportarse en cierta forma. La tentación de la carne surge de la concupiscencia. Las tentaciones demoniacas ocurren por instigación del demonio cuyo método es incitar a toda forma de pecado. Por la avaricia y el egoísmo nos lleva al orgullo y por el orgullo a todos los demás pecados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario